STANISLAVSKI *

martes, 26 de abril de 2016

Stanislavski 1863-1938
Instituye e inaugura el paradigma del entrenamiento del actor como sistema

  1. comportamiento realista-naturalista del actor ligado a sus emociones personales biográficas.
  2. creación actoral en busca de cierta teatralidad más imaginativa, con mayor sentido de la forma, que sobrepase los límites comportamentales de la cotidianidad. (la que siguen sus discípulos Meyerhold y Chéjov, entre otros
Hacia el final de su vida Stanislavsky revisó su Sistema y surge así el Sistema de las acciones físicas”, donde admite que la aceleración del proceso de construcción del personaje se halla en la elucidación física de la acción, elemento más potente que la elucidación psíquica a la que le había dado preeminencia. SISTEMAS QUE NO SON OPUESTOS, SINO COMPLEMENTARIOS.


PRINCIPIOS GENERALES DEL ANÁLISIS ACTIVO

PERIODO DE MESA Minucioso análisis de todas las motivaciones internas, el subtexto, las interrelaciones, los caracteres, la acción transversal, la supertarea (revelación de la idea de la obra), etc.

Stanislavsky descubrió zonas en sombras en el trabajo de mesa:

  • pasividad del actor. El papel más activo era el del director. El acuerdo entre actor y director debía ser total. El director ha de imaginarse todo el futuro espectáculo, pero esta preparación no significa que el director ha de atar su voluntad artística a los intérpretes. El director debe tener su visión, pero debe revelarla cuando sea necesario para el actor, no presiona, sino que corrige sutilmente uniendo búsqueda del actor con la suya.
  • Abismo artificial que la anterior forma de ensayar abría entre el lado físico y psíquico de la presencia del actor dentro de las circunstancias de la obra. En la escena, lo físico y lo psíquico se hallan indisolublemente unidos, dictado por el propio arte realista. Para ser verídicos los personajes debe haber una fusión entre las sensaciones físicas y las psíquicas. Esto es el fundamento del trabajo psicotécnico. La palabra pronunciada y el comportamiento físico deben reflejar el mundo interno del personaje creado. Así la unión entre el lado físico del personaje y el lado psíquico provoca la aparición de la acción interna, de la vivencia.
Así de la mesa debe irse al trabajo físico y luego otra vez a la mesa a reflexionar sobre lo descubierto y ver si es el camino o estamos errados

Importancia primordial de la palabra en la escena. Acción verbal como la acción principal del espectáculo, vehículo de la encarnación de las ideas del autor. 
Esto conlleva un gran peligroà el acercamiento demasiado directo al texto.

La memorización del texto lo convierte en algo muerto. El actor llega a la palabra viva si valora las palabras como medio de expresión de las ideas del personaje. Debe descubrir en las palabras, las ideas del autor, insertando el propio subtexto que construye él mismo. Debe surgir de forma orgánica la creación intelectual y el proceso de su encarnación. La acción verbal debe ser completa, productiva y útil: La palabra debe ser una herramienta para la acción.


CIRCUNSTANCIAS DADAS

Las circunstancias dadas son la fábula de la obra, sus hechos, sucesos, época, tiempo y lugar de la acción, condiciones de vida, nuestro concepto de la obra como actores y directores, lo que añadimos de nosotros mismos, el movimiento, la puesta en escena, los trajes, la iluminación, los ruidos y sonidos, y todo aquello que se propone a los actores tener en cuenta durante su creación. (todo aquello en lo que debe creer el actor). Uno ha de imaginar no sólo la época, las costumbres, las relaciones entre los personajes, sino comprender que para éstos además de un presente hubo un pasado y habrá un futuro.
Si imaginamos el pasado y el futuro del personaje, estudiamos sus interrelaciones el medio y la época comprendemos el enorme significado que tienen las circunstancias dadas para una profunda y veraz recreación de las ideas del autor en el escenario.


SUCESOS

Los sucesos son los hechos activos.
El modo más accesible de profundización en la esencia de la obra es el análisis de los hechos, los sucesos y sus consecuencias e interacciones.
Dividir la obra en grandes episodios, en las etapas iniciales no detenerse en los pequeños episodios sino buscar lo principal para desde allí comprender lo particular, y determinar el conflicto dramático de la obra entera.
Primero hay que reconocer la lógica y la continuidad de las acciones y sucesos, para luego poder ser capaz de colocarse en el lugar del personaje.
Al estudiar la lógica y la continuidad de las acciones del personaje, el actor asimila las causas del comportamiento de su personaje.
Valorar los hechos y sucesos de la obra es encontrar en ellos una idea oculta, su esencia espiritual.

VALORACIÓN DE LOS HECHOS

Ponerse en el lugar del personaje y ver los sucesos desde su propio punto de vista.
Para la valoración de los hechos a partir de sus sentimientos, el actor se plantea la pregunta: ¿cuáles de mis propios pensamientos, deseos, intenciones, virtudes cualidades naturales y defectos podrían obligarme como actor-persona a relacionarme con los personajes y sucesos de la obra de la manera en que se relaciona con ellos el personaje que interpreto?
Así la individualidad artística de cada actor crea una variedad de encarnaciones irrepetibles de la concepción del dramaturgo. El actor debe tener la habilidad de transportar su experiencia personal a la asimilación de cada detalle de la obra. La cosmovisión del actor juega un papel decisivo en este proceso.

SUPERTAREA
(Supertarea -y no superobjetivo- porque implica una idea de proceso)

Supertarea de la obra àFin principal, fundamental, universal, que atrae hacia sí todas las tareas sin excepción, que moviliza las fuerzas psíquicas y los elementos sensoriales del actor-personaje.
La determinación de la supertarea supone una profundización en el mundo espiritual del escritor, en sus ideas, en los motivos impulsores de la obra. Y la tarea de actores y director es trasnportar a la escena las ideas y sentimientos del dramaturgo que le han hecho escribir la obra.

La supertarea y la acción transversal son la esencia vital, las arterias, los nervios, el pulso de la obra. La supertarea (el deseo), la acción transversal (aspiración) y su ejecución (acción) dan forma al proceso creativo de las vivencias.

Es necesario buscar resonancias en el alma del actor para que supertarea y papel se transformen en algo vivo
La supertarea da sentido y dirección al trabajo, es el núcleo de la obra, es lo que ha impulsado al autor a crear su obra y ha de dirigir al intérprete en su actuación.

ACCIÓN TRANSVERSAL

Acción transversal (traducida a veces como línea de acción continua) es una sola acción que mantiene el personaje a lo largo de toda la obra y que subyace bajo todas las demás acciones. Una única acción dirigida hacia la supertarea. Enhebra en un solo hilo todos los abalorios, todos los elementos y los dirige hacia una supertarea común.
Si se cambia la acción transversal por acciones pequeñas o inexistentes, el personaje se fragmentará en muchas acciones, y no quedará nada de la supertarea planteada por el autor. Siempre hay una contra-acción enemiga de la acción transversal pero que sin embargo la refuerza. Esta contra-acción se materializa generalmente en los que rodean al personaje.

LÍNEA DEL PAPEL

Hay un ejercicio que sirve para saber si conocemos el fin que persigue nuestro personaje y el camino que ha de recorrer à cada intérprete debe relatar la línea de su papel a través de toda la obra, pues determina hasta qué punto comprendió la acción, el fin y las relaciones de su personaje. A través de este relato surge el conocimiento de todo el material de la obra, su línea fundamental.
Se puede hacer esto sólo cuando ya se tiene una imagen clara de toda la obra.
La prospección racional llevada a cabo, por medio de la cual se consigue un conocimiento de la obra profundizando en el texto a través de los sucesos, da al colectivo la posibilidad de comprender la obra desde posiciones privilegiadas, asimilando así lo fundamental, la supertarea de la obra.

EL SEGUNDO PLANO

Es un equipaje interno, por ejemplo en la vida a veces no mostramos a los demás nuestros arrebatos, vivencias y pensamientos, aunque sean muy fuertes. Son estos pensamientos ocultos, que el actor debe poder poner al alcance del espectador, pero no a través de la acción externa, sino a través de la psicotécnica interna. Este segundo plano se compone de todos los conjuntos de impresiones vitales del personaje, de todas las circunstancias de su destino personal y todos los matices de sus impresiones, percepciones, ideas y sentimientos.

Gracias a él se hacen más vivas las acciones y reacciones del personaje, y el espectador creerá lo que ocurre en el escenario. Por esto, todos los actores deben trabajar este segundo plano, no importa la importancia de su papel. El segundo plano no es un estado, sino un proceso profundo. Por las modificaciones que sufren los personajes a lo largo de la obra, el segundo plano se modifica!

Por otro lado hay que tener en cuenta que se halla unido al problema de la comunicación à el actor no puede alcanzar una completa sensación orgánica si no ve lo que ocurre a su alrededor, no escucha la réplica de su interlocutor, o lanza su contestación al aire en vez de a su partenaire.

Es importante saber cual es el principal objeto del personaje en cada escena, por ejemplo si hay una charla, y hay un personaje que está a la espera de un acontecimiento, éste participará de la conversación, pero todo su espíritu estará embargado por la espera, concentrado en una cosa que está al margen de la conversación, ese es el verdadero objeto del actor. O puede suceder que lo principal para el personaje sea aquí y ahora, y todo él debe entregarse a lo que sucede en ese momento, y lo demás pasa a un plano posterior.

El monólogo interno

Los pensamientos pronunciados son sólo una parte de los pensamientos que surgen en el consciente humano. Es preciso que el actor sepa pensar tal y como piensa el personaje creado por él. Para ello es preciso imaginar el monólogo interno, hay que penetrar en los pensamientos del personaje para que éstos se vuelvan cercanos. Cuando al actor en escena, además de las palabras que pronuncia, le surjan pensamientos y palabras no pronunciados en voz alta, el actor conseguirá tener una presencia orgánica dentro de las circunstancias de la obra. El actor una vez que se le ha entregado su papel, debe fantasear con muchos monólogos internos; así cuando su personaje calle, ese silencio estará repleto de profundo contenido.

Visualización

En la vida real siempre vemos lo que hablamos, cada palabra que oímos produce en nosotros una concreta visualización, así debe suceder también en el escenario. El proceso de visualización tiene dos períodos. Uno es la acumulación de visualizaciones, otro la capacidad del actor para seducir a su interlocutor con éstas.
En el primer período, la imaginación va acumulando visualizaciones de momentos aislados del papel. Esto se profundiza también y principalmente fuera de los ensayos.
El actor debe ser observador, recolectando material de la vida para dotar a su personaje de individualidad. Hay que tener en cuenta que con el espectador sólo se comparte una pequeña parte del material acumulado, una parte de lo que el propio actor sabe acerca del papel.

Las imágenes visualizadas se refuerzan al ser repetidas frecuentemente. La tendencia a encontrar un subtexto ilustrado pone en efervescencia la imaginación del actor enriqueciendo así el texto del autor.

Caracterización

Es un aspecto importante de la vida psicológica del personaje y no unos superficiales y ocasionales signos de la persona, porque hay una relación indisoluble entre el mundo interior de la persona y todo su aspecto exterior. Son todos los detalles de su vida: forma de andar, de hablar, gestos, modales, etc.
Frecuentemente ocurre que el actor encuentra solamente algún detalle superficial, sin darse cuenta de que con esto limita la imagen del personaje. Así, no revela al personaje, sino que lo empequeñece.

Es importante para caracterizar un personaje su forma de hablar, de escuchar, la naturaleza de su comunicación con los demás. En estas peculiaridades de la comunicación se revela el carácter de la persona, se manifiesta su sostén interno.

Gracias al análisis activo del papel el actor encuentra su caracterización más rápidamente y se entrena con ella de forma más activa.
Con esta nueva forma de ensayar surge la cuestión de cómo organizar el movimiento y la disposición escénica.
El movimiento escénico también supone un gran trabajo para el director pues debe tener en cuenta la armonía conceptual de la obra, la plasticidad, etc.

El paso a los ensayos con el texto exacto se lleva a cabo de manera orgánica. A veces se ensayan unas escenas con texto del autor mientras otras se trabajan a través de estudios. Este paso debe ser orgánico e imperceptible para los intérpretes, que sentirán cómo el texto autoral enriquece su trabajo.

(Síntesis del método)Todo el trabajo del actor en el proceso de exploración racional, todo el complejo proceso de conocimiento de la obra a través del análisis de los estudios, el regreso a la obra en los análisis posteriores a los estudios, la profundización en la obra y en el papel, la acumulación de visualizaciones, la creación del subtexto ilustrado de la obra, todo ello conduce a la asimilación, imperceptible para el actor, el texto. Todo el material adquirido por el actor tiene que ser vertido en unas palabras maravillosamente pronunciadas.

La palabra en la creación actoral

Stanislavsky daba gran importancia al habla escénica, al señalar los defectos de pronunciación y vocalización, al corregir sonidos silbantes, susurrantes o retumbantes. Los defectos principales (tensión física, sobreactuación, patetismo y otros) aparecen frecuentemente porque los actores no dominan su voz.

Primero hay que poner en orden las palabras, reunirla en grupo y para hacer esto se precisan pausas. Esto vuelve el discurso organizado en la forma y comprensible en la transmisión.

Hay tres tipos de pausas: lógica, psicológica y luftpausas (pausas de respiración). La pausa lógica da la posibilidad de revelar una idea contenida en el texto. La pausa psicológica da vida a esta idea, el actor trata de transmitir el subtexto. Si la falta de pausa lógica vuelve tosco el discurso, la falta de pausas psicológicas lo vacía de vida. La pausa psicológica se encuentra en el "silencio elocuente".

También daba importancia a la acentuación, ya que puede desfigurar el sentido de la frase, pues el acento ha de resaltar la palabra principal como llevándola a un primer plano. Hay que ser parco en la distribución de los acentos, se debe conseguir hablar sin precipitación, con una entonación neutra, con el mínimo de acentos, con contención y seguridad; entonces el habla adquirirá la claridad y agilidad.

Además de la fuerza del acento hay que prestar atención a su calidad y su tono. Debemos poder crear planos sonoros y perspectivas que den movimiento y vida a la frase.

Asimismo uno de los medios más eficaces para hablar de forma armónica es el estudio de las leyes de la entonación dictada por los signos de puntuación: todos los signos de puntuación exigen una determinada entonación vocal.

Sin todo esto no se puede transmitir el sentido exacto de la frase, y ésta representa el eslabón del desarrollo semántico del texto.

Debemos recordar que los problemas de tecnología vocal han de ser planteado a los intérpretes ya en el primer período de trabajo sobre el papel, en el período del "análisis activo", cuando los intérpretes aún utilizan sus propias palabras.

Stanislavsky buscaba los más sútiles caminos para acceder al texto, pero al mismo tiempo luchaba arduamente contra todos aquellos que pensaban que "basta con sentir sinceramente y entonces todo saldrá por sí solo, el texto se dirá de forma natural y orgánica".
La palabra escrita por el autor está muerta si no es caldeada por la vivencia interna del intérprete. La palabra proviene del poeta y el subtexto del actor.

Atmósfera creativa

El profundo interés puesto en el estudio por cada uno de sus participantes es lo que constituye la atmósfera creativa sin la que el arte es imposible. Las burlas, risas y murmullos pueden causar un daño irreparable en el intérprete del estudio: puede perder la fe en lo que hace y así marchará inevitablemente por la senda de la representación, de la sobreactuación.
El actor trae un personaje al mundo, debe estar “embarazado del papel”. A lo largo de todo el proceso de trabajo no se separa mentalmente de él, debe ser su obsesión. Y cuando el actor trae a los ensayos nuevos rasgos descubiertos para su personaje es imprescindible recibir con cuidado el "nacimiento del nuevo ser". Y eso es posible sólo cuando en el ensayo existe una plena atmósfera creativa. El director no puede conseguir sólo esta atmósfera; es un trabajo de todo el colectivo. Pero para destruirla basta una sola persona.

No es menos importante hablar de la atmósfera entre bastidores durante la función.

*Apuntes tomados de: El último Stanislavski. Análisis activo de la obra y el papel. María Knebel




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