“La flor del aire vive en el aire, no del aire, que de eso todos vivimos. La flor del aire vive en las ramas de los árboles secos. En los cables de la luz, en los postes… Siempre arrimada a otros, como diciéndoles, déjenme estar aquí un rato, un ratito…”
Arístides Vargas
Por Carla Tomasini
Flores
arrancadas a la niebla de la
Compañía Teatral La Cuerda es una
combinación intensa entre el texto de Arístides
Vargas, la actuación de Maider Lekunberri y Maitane Pérez Argote y la puesta en
escena de Maite Redin en un escenario porteño.
Se vuelve inevitable abordar previo al
análisis, una arista necesaria sobre Arístides Vargas para que podamos rastrear
el origen de esa escritura poética, nostálgica y melancólica con cierto grado
de amargura y utopía de Flores Arrancadas
a la niebla.
Vargas es un dramaturgo argentino exiliado en
1975 a Ecuador por las persecuciones de la triple A, hecho
que marcará su obra dramatúrgica. Durante el exilio en Ecuador, junto a otros
artistas, funda el grupo Malayerba creando lazos en el afuera, que pasaban más
por lo afectivo que por lo artístico. Su dramaturgia gira en torno a su
experiencia personal, a la memoria, el desarraigo y la marginalidad.